¿Intrigado por la belleza y la resiliencia del Yakisugi? ¿Deseas explorar cómo esta técnica puede transformar tus espacios o proyectos y cómo puedes incorporar este arte atemporal en tu mundo?
La técnica de Yakisugi es más que un método de tratamiento de madera; es un legado que encapsula siglos de innovación, belleza y respeto por la naturaleza. Al abrazar esta tradición ancestral, invitamos una pieza de la historia y el arte japonés para enriquecer nuestras vidas modernas, permitiendo que la madera no solo cuente una historia, sino que también inspire a futuras generaciones a crear con conciencia, belleza y respeto por el ambiente.
HISTORIA DEL SHOU SUGI BAN (YAKISUGI) El término Shou sugi ban es japonés y en español se refiere a Tabla de Cedro Quemada.
Es una técnica originada por los carpinteros en las costas de Japón en el siglo XVI. Originalmente, en aquellas costas, las viviendas utilizaban en sus cerramientos madera de la deriva traída por el mar. Esta madera era especial ya que gracias al estar al intemperie por mucho tiempo había pasado por un proceso intenso de salinización, hidratación y asoleamiento lo cual dotaba de una resistencia extra ante la mayoría de los agentes patológicos que la madera podía contraer al estar expuesta al intemperie. Sin embargo, el rápido crecimiento de las ciudades y la alta demanda de este producto sobrepasaba la disponibilidad del mismo. Es por esto, que el gremio de los carpinteros de las costas de Japón se vieron obligados en ese tiempo a obtener un nuevo producto que ofrezca las mismas cualidades que la madera de la deriva, es así como llegaron a la técnica del Shou Sugi Ban. Originalmente se usaba Cedro Japonés (Cryptomeria japónica) la cual es endémica de Japón. Pero dentro de 50 años la escasez de esta madera se presentó de la mano con la introducción del plástico y el concreto lo cual llevó a la decaída y pérdida de esta técnica. A principios del año 2000 el Shou Sugi Ban fue nuevamente implementado en la arquitectura en Japón, mostrando su estética discreta que llamó la atención de arquitectos de Europa y América del Norte, los cuales incorporaron la madera carbonizada por las mismas razones que lo hicieron los Japoneses hace 200 años. La madera carbonizada presenta además otras cualidades gracias a su efecto físico químico que se produce al momento de quemar su superficie, esto es debido a que toda la celulosa la cual es más suave y digerible se quema y pulveriza dejando la capa carbonizada únicamente de la lignina expuesta; sustancia estable, rígida y más difícil de digerir. Es por esto que la madera carbonizada es más resistente al fuego y a los insectos y plagas. Bajo ciertas condiciones la madera presenta una buena resistencia al fuego gracias a la formación de una capa carbonizada; ya que expuesta a altas temperaturas se descompone para proporcionar una capa aislante de carbón que retarda aún más la degradación de la madera. Actualmente la técnica del Shou Sugi Ban es conocida y aplicada por contados arquitectos alrededor del mundo.
DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA DEL SHOU SUGI BAN PARA PRESERVAR LA MADERA.
El método desarrollado por los japoneses consiste en quemar la madera por la cara exterior a un nivel parejo en toda la superficie hasta obtener una capa carbonizada, luego sellarla de manera natural con agua fría y según el acabado que se desee se cepilla la muestra. Para finalizar se aplica aceite natural para proteger al acabado.
QUEMADO DE LA MADERA.
La capa carbonizada superficial dota a la muestra de madera de una lámina resistente al agua y a insectos capaz de mantener su aspecto y cualidades hasta por 80 años con un mínimo de mantenimiento superficial. La técnica original para quemar la madera y lograr una superficie pareja en cuanto al carbonizado consiste en un manejo controlado del fuego. Las piezas de madera se atan de manera triangulada y forman una cámara interna con todas las superficies expuestas hacia el fuego. Las piezas se ubican de manera vertical sobre la llama. Una vez que todas las piezas han ardido juntas por un tiempo se retiran las mismas y estarían listas para el segundo paso. Hoy en día, la técnica para quemar la madera se realiza con un soplete de gas propano que permite un mayor control del proceso.
SELLADO DE LA MADERA CON AGUA.
Este proceso consiste en mojar la pieza cuando aún está caliente y si es posible, que aún, se encuentre echando humo. Es así como se produce el cambio brusco de temperatura y análogamente a lo que sucede con la piel humana: a la exposición de calor los poros dilatan y al contacto con el frío se contraen rápidamente. El fuego dilata los vasos y poros de madera, cuando esta arde abre camino y expulsa parte del su contenido de humedad. Mientras esto está sucediendo el agua fría hace contacto produciendo un cambio repentino en la temperatura de la pieza, en ese instante se contraen los vasos y poros bruscamente lo cual sella a la superficie de manera natural, creando una capa hidrorepelente. Una manera sencilla de comprobar que este proceso sucede es el sonido que produce el agua fría vertida sobre la pieza caliente.
CEPILLADO DE LA MADERA CARBONIZADA.
Se puede cepillar la pieza si el acabado que se busca es de una textura lisa. Este proceso consiste en eliminar la capa carbonizada externa, sin embargo, cepillar la pieza no elimina el color oscuro. Solamente aclara el tono de negro a marrón. Es importante la suavidad de las cerdas del cepillo ya que de ello dependerá el acabado de la pieza. Cerdas de acero muy rígidas eliminan completamente el carbonizado de la madera, en otros casos dejan rayones en el sentido del cepillado. Se recomienda utilizar cepillos de cerdas suaves para tener un mayor control de la eliminación del carbón.
ACABADO CON ACEITE NATURAL,
Para mejorar la durabilidad y darle más brillo a las piezas de madera carbonizada se emplea una capa de aceite natural, este puede ser: aceite de Teca, aceite de Linaza u otros aceites de origen natural. El uso de otras sustancias protectoras a base de químicos procesados como lacas y tintes, no constan en las técnicas originales del Shou Sugi Ban, sin embargo, si son utilizadas con fines estéticos y prácticos en algunas aplicaciones contemporáneas.
Desde hace unos años la técnica Yakisugi ha causado sensación por todo el mundo hasta tal punto que incluso se ha hablado de él en el New York Times.
SIGNIFICADO CULTURAL Y ESTÉTICO.
Wabi-Sabi: La estética del Yakisugi está profundamente arraigada en la filosofía japonesa del wabi-sabi, que encuentra belleza en la imperfección y la transitoriedad. La superficie quemada de la madera refleja esta apreciación por la textura, color y la impermanencia, exhibiendo un aspecto único.
Adaptación y Evolución: Aunque su uso inicial se debió principalmente a razones prácticas, la técnica ha evolucionado con el tiempo para incorporar también consideraciones estéticas. Arquitectos y diseñadores contemporáneos de todo el mundo han adoptado el Yakisugi por su singularidad visual, así como por sus cualidades de sostenibilidad.